Cuando un archivo está marcado como plantilla, cada vez que lo abramos, independientemente de la aplicación de edición que utilicemos, macOS abrirá una copia del mismo para que puedas trabajar sobre él manteniendo intacto el original. De esta forma podrás trabajar a tu gusto con la plantilla y al acabar guardarla como un documento nuevo sin haber tenido que hacer una copia previamente. Para marcar un archivo como plantilla solo tendrás que seguir dos sencillos pasos:
Ahora cada vez que abras ese documento estarás trabajando sobre una copia del mismo manteniendo intacto el original. Esta opción puede resultar muy útil si trabajas habitualmente con plantillas, es una función muy sencilla de utilizar que se encuentra escondida a simple vista y que muchos usuarios desconocen.
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