Como toda la comunidad sabe, el terminal móvil de Apple, amado por unos y odiado por otros, dispone de tantos usos como imaginación posean los usuarios que interactúen con ellos. Algo que en la actualidad nos sigue llamando la atención es la capacidad que tiene el dispositivo para salvar vidas, o por lo menos la imaginación de las personas, que de forma conjunta con las funcionalidades que ofrece este smartphone, terminan facilitando la supervivencia y rescate de personas en situaciones limite.
Después de las ya conocidas historias de reanimación cardiaca de un jugador de baloncesto con la ayuda de una aplicación de iPhone relacionada con primeros auxilios, o la supervivencia de un productor norteamericano que siguió las instrucciones de una aplicación después de un derrumbamiento en los terremotos de Haití, nos encontramos con una nueva historia con final feliz con un iPhone como protagonista, aunque cabria decir, que esta vez la gloria no se la lleva solamente un terminal, sino dos , los cuales de forma conjunta ayudaron en las labores de rescate de un menor en China.
Un rescate ayudados por un iPhone
La historia se sitúa en las afueras de la ciudad de Mengzi, en el sureste del país asiático, donde unos pobladores escucharon los llantos de un niño de apenas dos años de edad que haba caído por un pozo de aproximadamente 12 metros de profundidad y 30 centímetros de anchura, tras un grave descuido de sus padres.
Ante esta situación los vecinos llamaron a los servicios de emergencia, quienes llegaron al lugar indicado y se dieron cuenta que de que era imposible que un adulto se pudiera deslizar hasta el niño y poder extraerlo de esa manera del pozo.
Es por eso que a uno de los rescatistas se le ocurrió la genial idea de atar un terminal iPhone a una cuerda y con la cámara de video activada enviar imágenes por streaming hacia el otro dispositivo móvil situado en la superficie. De esa manera pudieron observar la posición exacta de la criatura, pudiendo deslizarle una cuerda por debajo de los brazos y extraerlo sin mayores daños.
Es por eso que a uno de los rescatistas se le ocurrió la genial idea de atar un terminal iPhone a una cuerda y con la cámara de video activada enviar imágenes por streaming hacia el otro dispositivo móvil situado en la superficie. De esa manera pudieron observar la posición exacta de la criatura, pudiendo deslizarle una cuerda por debajo de los brazos y extraerlo sin mayores daños.
De toda esta historia, extraemos la conclusión de que un smartphone puede dar las herramientas a "smart people" para llevar a cabo sus ideas, para otros, el terminal solo hubiera servido para llamar a los bomberos. La gente que es capaz de sacar más de la tecnología que el resto tiene espíritu hacker.
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