Derek Zoolander y Hansel buscan las pruebas de la conspiración para asesinar al primer ministro de Malasia y se enfrentan a un nuevo obstáculo: un misterioso artefacto contiene las anheladas pruebas… una computadora Apple. Sin mediar palabra los dos observan con fascinación la máquina y, emulando la escena inicial de “2001: Una odisea en el espacio”, comienzan una batalla con la máquina en un intento delirante por sonsacarle sus secretos... a golpes. Y la verdad es que, mientras emulan a los simios de la película de Kubrick, es casi imposible que no se te escape al menos una sonrisa con las caras que ponen esos dos modelo, que todo lo que tienen de guapos lo tienen también de tontos, al enfrentarse a la pantalla negra de la computadora.
Tal vez Kyle McDonald se inspirara en esta escena de “Zoolander” cuando se le ocurrió la ingeniosa idea de sacar fotos de la cara de la gente cuando está frente a una computadora para ver si al vernos a nosotros mismos como nos ve la pantalla reflexionábamos sobre el uso que le damos. Lo malo es que lo hizo sin pedir permiso ni a las personas que fotografió… ni a los dueños de los equipos que utilizó para llevar a cabo su obra artística: People Staring at Computers.
Seguramente si no hubiera decidido llevar a cabo su proyecto en las computadoras de dos tiendas de Apple de Nueva York y sin pedir permiso a los encargados para usar sus máquinas con ese fin - sí lo pidió, al parecer, para sacar fotos dentro de la tienda y para fotografiar a la gente con una cámara, pero olvidó especificar qué cámaras pensaba utilizar -, no habría recibido la inesperada visita de los servicios secretos de Estados Unidos en su casa para confiscarle la computadora. Pero a Kyle McDonald debe gustarle la aventura y decidió introducir un programa - que tenía que reinstalar cada día - en las computadoras de Apple para captar fotos cada segundo de la gente que se pasaba por la tienda y se asomaba a las pantallas de los Apple, lo que le ha llevado a ver su nombre en los periódicos no por la calidad de su proyecto artístico, sino por su dudosa legalidad.
No sabemos si el artista ha logrado alcanzar los objetivos que esperaba, o si las instantáneas de las caras de los desconocidos que fotografío habrán despertado en ellos la reflexión que él buscaba, pero al menos sí que han levantado algunas dudas, entre ellas ¿cómo logró instalar y reinstalar cada día el programa en cuestión en los cerca de 100 computadores que utilizó? ¿cómo logró después mostrar el proyecto - siempre sin permiso - en las tiendas cuando lo creyó oportuno? Lo más probable es que utilizara algún fallo en la protección de los sistemas en local, instalando un software que le permitiera acceder a iSight y captar fotos cada segundo, sin encender la luz de la cámara.
Y Apple, que está estudiando si tomar represalias legales o no, ¿estará también pensando como reforzar la seguridad no sólo de sus tiendas, sino sobre todo de las configuraciones que pone a sus computadoras en ellas? Porque si el artista digital Kyle McDonald pudo meter ese programa en las computadoras de las tiendas, por mucho que no lo difunda “para evitar usos maliciosos” del mismo, el riesgo de que alguien instale un troyano para capturar los datos que los usuarios introducen es alto.
Por descontado, no te conectes al correo electrónico, ni a tus cuentas de servicios de Internet, ni al twitter, ni al facebook, ni a nada de esto desde los equipos de las tiendas Apple. Estos equipos en las Apple Store son de pruebas, y los tienes que usar para hacer un ataque David Hasselhoff o para ver pr0n, pero no para introducir datos que puede ser capturados por algún malvado.
Así que puedes llamarme paranoico por tener permanentemente tapada la webcam de mi equipo, y puedes creer que la historia de Kubrick en la que el ordenador de la nave espacial espía a los astronautas para evitar que lo desconecten sigue siendo pura ciencia ficción, pero con noticias como ésta tal vez debas preguntarte, mientras lees estas líneas en la pantalla de tu computadora con el “ojo” de la webcam mirándote fijamente…¿alguien detrás de mi Mac me vigila?
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