El pasado mes Apple puso restricciones e incluso eliminó varias aplicaciones de su App Store dedicadas al control del uso del dispositivo. Ahora el New York Times ha anunciado que 17 de las aplicaciones afectadas han propuesto a Apple la creación de una API para que estas puedan volver a estar disponibles en el App Store sin violar ninguno de los estrictos estándares de privacidad de la compañía. La API propuesta permitiría a algunas aplicaciones de terceros utilizar la propia tecnología desarrollada por Apple cuya principal función es monitorear el uso de pantalla y el consumo de batería realizada por las apps a lo largo del día.
Según el famoso periódico estadounidense, la propuesta ha sido llevada a cabo conjuntamente por los desarrolladores de las aplicaciones que fueron eliminadas hace unos meses por poner en riesgo la privacidad y seguridad de sus usuarios. Apple reclamaba que estas aplicaciones de terceros eran culpables de utilizar una tecnología altamente invasiva conocida como Mobile Device Management (MDM), que ofrecía a dichas aplicaciones control y acceso a información sensible almacenada en el dispositivo, incluyendo la localización, uso de aplicaciones, permisos para utilizar la cámara y el micrófono y acceso al historial de navegación. Según el Times, Apple restringió más de 24 aplicaciones de control parental y monitoreo. Tras realizar su propuesta los desarrolladores afirman que la pelota se encuentra en el tejado de Apple y que desde que la empresa californiana desarrollo Screen Time podría haber compartido su tecnología con los desarrolladores para que estos hubiesen trabajado sobre ella sin violar la seguridad de sus usuarios.
La cuestión ahora es que para hacer esto posible Apple debería estar dispuesto a elaborar y lanzar una API con ese propósito. Esto supone una presión añadida para Apple y su enfoque protector hacia la App Store. Recientemente el Tribunal Supremo dictó que los consumidores podrían demandar a Apple por sus políticas monopolísticas en el App Store. En respuesta, Apple publicó una página a principios de esta semana en defensa de la forma en que funciona su App Store. En ella, Apple mantuvo que su estricta gestión es clave para proporcionar una experiencia segura, privada, de alta calidad para sus clientes. También dijo que revisa 100,000 aplicaciones por semana, de las cuales el 40 por ciento son rechazadas por errores menores y posibles problemas de privacidad.
Mientras que muchas personas aprecian que la App Store sea menos propensa a las aplicaciones con malware, muchos usuarios se encuentran frustrados por la dificultades que supone descargar aplicaciones no firmadas o desarrolladas por terceros. De hecho, las estrictas Guidelines del App Store han llevado a la compañía de música en streaming Spotify a denunciar a Apple por competencia desleal y por adaptar sus Guidelines para favorecer e impulsar sus propios servicios.
Según el famoso periódico estadounidense, la propuesta ha sido llevada a cabo conjuntamente por los desarrolladores de las aplicaciones que fueron eliminadas hace unos meses por poner en riesgo la privacidad y seguridad de sus usuarios. Apple reclamaba que estas aplicaciones de terceros eran culpables de utilizar una tecnología altamente invasiva conocida como Mobile Device Management (MDM), que ofrecía a dichas aplicaciones control y acceso a información sensible almacenada en el dispositivo, incluyendo la localización, uso de aplicaciones, permisos para utilizar la cámara y el micrófono y acceso al historial de navegación. Según el Times, Apple restringió más de 24 aplicaciones de control parental y monitoreo. Tras realizar su propuesta los desarrolladores afirman que la pelota se encuentra en el tejado de Apple y que desde que la empresa californiana desarrollo Screen Time podría haber compartido su tecnología con los desarrolladores para que estos hubiesen trabajado sobre ella sin violar la seguridad de sus usuarios.
Figura 1: Pagina de soporte de Apple enfocada a las Guidelines de su App Store |
La cuestión ahora es que para hacer esto posible Apple debería estar dispuesto a elaborar y lanzar una API con ese propósito. Esto supone una presión añadida para Apple y su enfoque protector hacia la App Store. Recientemente el Tribunal Supremo dictó que los consumidores podrían demandar a Apple por sus políticas monopolísticas en el App Store. En respuesta, Apple publicó una página a principios de esta semana en defensa de la forma en que funciona su App Store. En ella, Apple mantuvo que su estricta gestión es clave para proporcionar una experiencia segura, privada, de alta calidad para sus clientes. También dijo que revisa 100,000 aplicaciones por semana, de las cuales el 40 por ciento son rechazadas por errores menores y posibles problemas de privacidad.
Mientras que muchas personas aprecian que la App Store sea menos propensa a las aplicaciones con malware, muchos usuarios se encuentran frustrados por la dificultades que supone descargar aplicaciones no firmadas o desarrolladas por terceros. De hecho, las estrictas Guidelines del App Store han llevado a la compañía de música en streaming Spotify a denunciar a Apple por competencia desleal y por adaptar sus Guidelines para favorecer e impulsar sus propios servicios.
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